sábado, 28 de enero de 2012

Carta de nuestro presidente

SOBRE LA COMERCIALIZACION DE TRUCHAS Y SALMONES

Ante la propuesta planteada por una asociación de pescadores ubicada en la cuenca del Río Sella, desde esta página Web ya se ha dado oportuna respuesta de cuál es la postura de esta Asociación de Pescadores y Amigos del Nalón, de cuál es nuestro sentir y cuáles son los principios deportivos por los que apostamos. Por tanto creo que en este sentido no es necesario añadir más.



Ahora bien, no puedo abstraerme sin colgar en esta página un comentario personal al margen del oficial ya expuesto. Como presidente de esta Sociedad, como pescador y como persona que dedica gran parte de su tiempo libre a defender los intereses de los pescadores a los que represento desde hace 14 años, tengo siempre por delante dos principios fundamentales por los que guiarme y apoyarme, cuales son:



1º No hay pescador sin peces y no hay peces sin río.
2º Pescar es un derecho y matar un privilegio.



Por ello en ocasiones las medidas que se proponen pueden parecer contrarias a los deseos e intereses de los pescadores, cabe destacar son los menos, están siembre fundamentadas en  los dos principios anteriormente expresados.
Pero como en todo en la vida, y también en esto de la pesca, cuando solo se mira los intereses y egoísmo personales se tergiversan las cosas, se cree que el derecho es matar, y que aunque no haya río sigue habiendo peces y que aun no habiendo peces seguirá habiendo pescadores. Con pocos peces en el río, desaparecerán los pescadores deportivos, pero el pescador exterminador seguirá hasta que saque el último ejemplar con el que pueda lucrarse.



  
Es lamentable que desde esa asociación se fundamente o pretenda escudarse en el fomento del turismo y en la demanda de los hosteleros, omitiendo la más cruda realidad que son los intereses de algunos pescadores que han vivido del río y se resisten a entender que estos tiempos no son tiempos pasados.


El turismo se fomenta con recursos económicos de los ciudadanos y precisamente en la actualidad no corren los mejores tiempos. Los hosteleros no tienen ningún derecho a pedir nada del río, solo miran lucrarse y obtener los máximos ingresos posibles de sus negocios mientras dure el recurso, el recurso piscícola no les interesa lo mas mínimo, lo han demostrado hasta ahora, nunca miraron por el río, nunca propusieron medidas favorecedoras para incrementar las poblaciones, para proteger el bosque de ribera, para la mejora de la calidad de las aguas o el sostenimiento de los caudales y así podríamos hacer un largo etcétera tan largo como los problemas de los ríos y de las poblaciones piscícolas que los habitan.




          


Para terminar quiero hacer mío el  muy acertado pensar de un escritor Juan Roig autor del libro publicado en 1947 cuyo título es PESCA de la TRUCHA y del SALMON, (entomología de la mosca seca) publicado por SERRAHIMA Y URPI S.L.-Barcelona. Cuya lectura recomiendo.



En esos años 40 de caudalosas y cristalinas aguas y con la abundancia de peces en nuestros ríos , de la que siempre hablan los nostálgicos y los que se han quedado anclados en esos años, para ellos el pensar de este escritor debería de ser motivo más que suficiente para ser quemado por inquisidor. Lo que posteriormente se transcribe Desgraciadamente sigue siendo muy vigente para algunos y los acólitos que los siguen y estimulan.




PREFACIO
“Pescar es el arte de capturar peces y pescador es el individuo que ejerce este arte.
Para la mayoría el pescar tiene una finalidad: la de procurarse peces para su alimento o lucrarse con la venta del producto. Este es el sentido práctico del pescar y su fondo respira egoísmo. Hácese difícil para la generalidad de las gentes comprender que existen seres que se entregan al arte de la pesca solo para dar satisfacción a su espíritu, buscando en él solamente la emoción. Así no llegan a entender que haya pescador que, satisfecho del logro de su afán no de valor mercantil al producto obtenido. En consecuencia, una gran parte de la gente considera al pescador a caña como un loco. Además se les hace difícil comprender porque pierden el tiempo con una caña cuando con una barca o una red se consigue mayor botín. Estos son los que piensan prácticamente. Estos son los que se toman la vida cómodamente. Unos y otros miran al pescador a caña compasivamente y se sonríen cuando lo ven por las madrugadas o en las horas de pleno sol caña en mano.
Ser pescador es casi un sacrificio y el que cruza la calle o toma un tren con su caña es como si llevara un hábito monástico y mueve a compasión a las gentes.
Para los que lo ignoren les diremos que el pescar, practicado como deporte, procura una satisfacción anímica al que lo cultiva muy difícil de comprender por el profano.
Ahora bien, esta incomprensión del público para el pescador existe también entre los mismos pescadores, pues los hay que el pescar no lo toman como deporte, aunque ellos se consideren tales deportistas, moviéndoles un interés de lucro o de banalidad y practicando el arte no como tal, sino con el único deseo de dar satisfacción a su egoísmo, estos pescadores solo se interesan por la cantidad y se sienten defraudados el día que por cualquier circunstancia no consiguen lo que desean………………..
El sistema más difícil de la pesca es el insecto artificial, con el que el pescador que desconoce el oficio ve disiparse su experiencia en el arte de pescar………………..



                                                              Fdo: A. Álvarez
Presidente de la Asociación de Pescadores y Amigos del Nalón

… Con esto queda todo dicho.




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